sábado, 6 de marzo de 2010

La noche más corta

No quería dormirme… sabía que debía hacerlo, pues el trabajo había sido duro ese día y prometía serlo aún más al día siguiente, y lo intenté, pero las caricias inocentes empezaron a transformarse en lazos: me sentía dulcemente atrapada en un nudo, de esos que no aprietan, pero que hacen permanecer dos cosas unidas. Llegaron a convertirse en un lenguaje; uno de esos sin traducción posible, porque los conceptos a tratar van mucho más allá del entendimiento humano. Las palabras manaban de las yemas de los dedos, tejiendo una maraña de instantes irrepetibles.

Nos molestaba la piel del otro… habíamos llegado al punto de intimidad más profundo de nuestra historia… aquello nos uniría más que cualquier sacramento, por los siglos de los siglos. Hasta entonces, siempre pensamos que teníamos la relación más intensa que se podía tener, pero lograr una sola caricia, de 8 horas de duración fue la mayor hazaña de nuestras vidas y eso la hizo indisoluble. Sólo había una regla, no interrumpir el contacto, el deslizamiento suave de los dedos y el transporte de sensaciones al otro. La piel se resentía, tratando de conseguir la unión entre las almas, mientras en mi sien, tallaba a cincel cada recorrido, atesorando uno a uno, los segundos de esa noche hasta el fin de mis días.

Nos abrazamos, aferrándonos a ese momento, como si fuéramos a caer por un precipicio y tuviéramos que despedirnos para siempre…

La noche más larga, y la más corta de mi vida… y de la suya. Por suerte quedaron grabados en mi piel los surcos que sus dedos dejaron aquella noche, y se hacen más profundos con el tiempo y la nostalgia… algunos pobres infelices les llaman arrugas, pero es que no comprenden que son mi tatuaje de una noche de caricias…

3 comentarios:

Cuentista dijo...

Pues que te voy a decir hija. Me alegro que te hayas animado, porque esto promete. Promete y mucho. Me ha encantado!
un besazo preciosa!

Juan Carlos Loaysa dijo...

Las Noches Insomnes...
A veces las Musas aparecen a la vuelta de un rayo de luna. Podría comentar muchas cosas, ha despertado muchos recuerdos (relaciones en mi mente). El instante, Kairós, nos aguarda colmado de sorpresas.
Hagamos de este blog la Noche más larga del Mundo...

Cyberdemon dijo...

Fichada quedas!

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