Desde detrás de la barra, barría el espacio con la mirada, deteníendose en cada una de las sonrisas que se simultaneaban aquella noche en el bar.
Había deambulado toda la vida por ciudades, calles, bares y plazas, tratando de encontrar la sonrisa perfecta para su cuento. Se había topado con algunas preciosas, otras hipócritas, claras, malévolas, tristes, inocentes... pero necesitaba la que encendiera el comienzo de una historia única.
Mientras miraba al vacío, no se percató de que desde la penumbra de su ángulo muerto de visión del bar, surgió una figura femenina que depositó en la barra una nota.
Él la leyó y esbozando una pequeña sonrisa, levantó la vista, descubriéndola a ella disparando una cámara de fotos. Cuando apartó la cámara, ella se la devolvió, sabiendo que ambos habían llegado al final de su búsqueda.
Había deambulado toda la vida por ciudades, calles, bares y plazas, tratando de encontrar la sonrisa perfecta para su cuento. Se había topado con algunas preciosas, otras hipócritas, claras, malévolas, tristes, inocentes... pero necesitaba la que encendiera el comienzo de una historia única.
Mientras miraba al vacío, no se percató de que desde la penumbra de su ángulo muerto de visión del bar, surgió una figura femenina que depositó en la barra una nota.
Él la leyó y esbozando una pequeña sonrisa, levantó la vista, descubriéndola a ella disparando una cámara de fotos. Cuando apartó la cámara, ella se la devolvió, sabiendo que ambos habían llegado al final de su búsqueda.
2 comentarios:
Ayss qué lindo relato!!!!!
¿Será amor?
Te abrazo, buena semana.
MaLena.
creo cada vez mas firmemente que para encontrar cosas, nada como la luz del sol. bonito y gracias por la parte que de bares me toca!!
un besoooo
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